Hablamos con Fernando Saura, presidente de Territorios Vivos

Por Sara Álvarez.

Fernando Saura es hoy en día el director de la ONG Territorios Vivos. Se trata de una organización que trabaja para el crecimiento sostenible y reconociendo el valor de los sistemas naturales y la implicación en su conservación. Hablamos con él sobre su papel en la asociación a lo largo de los años y sobre los principales problemas medioambientales actuales.

-¿Cómo son tus responsabilidades dentro de la asociación?¿Qué papel desempeñas en ella?

-Fernando Saura: El papel en la asociación ha sido cambiante a lo largo de los años. Soy socio fundador y al principio quieres cambiar el mundo. Después de esta etapa inicial tuve que abandonar Madrid y ahí vino el bajón. Cuando regresé la junta directiva me propuso ser vocal y después presidente.

El papel es de representación, represento a la asociación pero también hago trabajos administrativos, preparación de propuestas,… Tras muchos años en la asociación he asumido también el papel de buscar dinero a través de estas propuestas.

-¿Cómo se financia Territorios Vivos?¿Crees que la financiación varía con los diferentes gobiernos?

 -F: Casualmente el nuevo gobierno del Partido Popular coincide con el inicio de la crisis, por lo que el cerrojo vino antes. El problema que existe ahora es que el poco dinero que se destina a estos fines, es para todos y todos tenemos que pelear por conseguirlo.

-¿Cuáles son los principales problemas contra los que lucha la asociación hoy en día?

 F: El problema que estamos teniendo es que no hemos sabido dar el salto de ser un grupo de amigos a llegar a más gente que asegure la continuidad de la asociación. Falta más gente involucrada que se encargue de nuevas propuestas. Nos gustaría que detrás viniera una nueva generación con más ganas, ideas e ilusión que nosotros. Aún así, dentro de la asociación contamos con gente muy preparada técnicamente.

-¿Y los cuáles serían vuestros puntos fuertes?

 -F: Es difícil responder a eso porque solemos ser bastante autocríticos. Creo que comunicamos muy bien la educación ambiental, pero sobre todo sabemos transmitir ilusión.

-¿Has colaborado con otras asociaciones?

 -F: Sí, he colaborado con otras asociaciones pero solo he trabajado en esta.

-¿Cuál crees que es la importancia de las asociaciones en España?

 -F: En general la gente en España es muy solidaria pero no es asociativa. No existe la tradición de la asociación. Por ejemplo, la SEO (Sociedad Española de Ornitología) en España cuenta con 15.000 asociados; mientras que su versión en Inglaterra con un millón. Esto es determinante a la hora de responder a las presiones políticas.

Lo que quiero decir es que en España la importancia de las asociaciones es pequeña porque no tienen fuerza. Las asociaciones independientes como Greenpeace pueden ser y son más críticas, pero las que no lo son y puedes comprar (como SEO) no. En general son poco importantes.

-Para hablar de temas de actualidad medioambiental. ¿Crees que existen culpables de la actual sequía que estamos viviendo en España?

 -F: Las consecuencias de esta sequía son ambientales, sociales y económicas. Se paga de muchas maneras, como la electricidad más cara o en salud.

El clima mediterráneo tiene sequías recurrentes; eso es normal, lo que no es normal es la frecuencia y la intensidad de estas sequías. El cambio climático acentúa esta frecuencia y esta intensidad, por lo que evidentemente la sequía está relacionada con el cambio climático. Creo que no hay culpables, simplemente hay causantes y los causantes somos todos al colaborar con este cambio climático.

-¿Cuáles serían las soluciones para frenar en cambio climático?

 -F: Las soluciones hace siglos que están escritas. El problema para el planeta es que somos demasiados. De las 15 millones de especies que habitamos el planeta una sola, ocupa el 86% de los recursos y el resto si tienen que repartir el 14% entre todas. Somos una especie que crea y consume más cada día y es imposible un crecimiento infinito en un planeta finito. Al final el planeta se autorregulará y muchas especies caerán.

Mi visión con respecto a este tema es que la gente no es consciente de lo que se viene encima. Es un gran drama, hablamos de millones de muertos además de un cambio sin precedentes en la geopolítica. Claro que se podrían hacer cosas pero no se están haciendo y aunque hoy en día frenáramos todas las emisiones y el consumo, estas catastróficas consecuencias seguirían existiendo.